Cuando te das cuenta que algún suceso ó cambio produce un cierre en tu garganta, entrás en un silencio forzado, nada que se quiera decir se dice, todo se calla...la mente ó el corazón hacen que de alguna manera todo se sumerja en un descuido verbal del que no es fácil salir... y uno dice: "me quedé sin palabras". No se puede reaccionar, se enredan las ideas y no se forma la expresión verbal por el simple motivo de que "algo" nos paralizó. Y lo que no decimos queda dentro, dando vueltas...Busca salidas improvisadas, busca organizarse de alguna manera, pero chocan las ideas y se atoran en las agmídalas, y es entonces cuando el nudo nos ahoga, nos obliga a callar...
Y nada se dice...se dice con la mirada, se dice con los ojos llenos de extrañas luces. No muchos pueden entender esos mensajes que no tienen escuela... Pero cuando se logra decifrar ese idioma oculto, se sabe del alma...